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27 mayo 2014

Confesión nº2


Cuerpos rasgados como el aire al volar,
separando los vientos para después
abrirlos bajo la escalera sin traspiés.

Piel que la llama azul puede almacenar,
terremotos que nos hacen temblar.
La luz en nuestro pelo realiza sus bailes,
la voluntad oculta regalos que no ves.

Ríos subterráneos verás bramar,
agua atrapada en la Torre del Explorador,
por los guardianes de un mágico ardor.

Sin ayuda, sanean la fuente de oscuridad.
Lemuria floreció bajo su voluntad.
No damos, construimos jaulas sin piedad,
para ocultar al mundo de la edad.

<Child of Light>

20 mayo 2014

Confesión nº1


Los siglos muy bien no nos han tratado.
Se desvanecen en templos dioses olvidados.
Un palacio exaltado, bajo los párpados.
Puertas cerradas tras cuarto empolvado.

Brillo de trono por el óxido silenciado.
Los anillos de las paredes están inquietos.
Nadie limpia de la historia estos estratos.
Sin brisa, espejo cerrado, cristal deseado.

Exploradores en pie, estatuas descoloridas.
Como el cuarto, ojos y cabezas sin vida.
Por un futuro brillante, ideas esfumadas.
Lo prístino es más sucio sin pelea vivida.
En una página en blanco, dinastías pasadas.
Una tumba que brilla cual crisálida.


<Child of Light>

19 mayo 2014

Hacking to the Gate



Incluso los latidos del mundo son nada para ti,
sólo llegan a ser preguntas pasajeras sin sentido alguno,
atrapados estaremos en el pasado o en el futuro 

y sin poder cometer un solo error. 


Los sueños que tenemos para nuestro futuro están vacíos 
pero aun así sabemos que no son teorías en vano, 
veo el reloj mostrando infinidad en sus manesillas 
apuntando a un destino cruel, dando a elegir hackear ese portal. 

Por eso ahora cruzo la frontera de cada mundo que yo quiera.
Sólo intento proteger la sonrisa en tu rostro 
y aunque el tiempo me quiera a mí triste poner, nunca me voy a dejar vencer. 
Tan sólo confía en mí, soy un solitario observador.

La vida y sus pruebas no tienen sentido para ti, 
y es que piensas que son comedias para matar el aburrimiento. 
Hay personas que sólo se hacen pasar por alguien que no es 
y solo forman cosas que no nos servirán, qué infantil.

"Infinito" es el amor en el que llegamos a creer, 
vemos que así el cielo azul se vuelve inspiración. 
Pero el reloj avanza sin descansar, y no se detendrá 
incluso si yo me llego a negar, tengo que intentar hackear ese portal. 

Los días en que todo era felicidad se marcharon y no volverán 
pero yo tengo que luchar, un futuro he de crear;
y si para eso me tengo que arriesgar, lo haré y todo sin dudar, 
tan sólo espera por mí, soy un solitario observador. 


Por eso ahora cruzo la frontera de cada mundo que yo quiera.
Sólo intento proteger la sonrisa en tu rostro 
y aunque el tiempo me quiera a mí triste poner, nunca me voy a dejar vencer. 
Tan sólo confía en mí, soy un solitario observador.


14 febrero 2014

Fruit Street


Yendo hacia la escuela me preguntas
Qué otras escuelas son graduadas.
Llego hasta Fruit Street y apartas los ojos.
Caminando bajo estos árboles amarillos
llevas bajo el brazo tu fiambrera del ejército, y tus
piernas cortas, enfundadas en ropa de trabajo,
transforman tu sombra en unas tijeras
que no cortan nada en la acera.
De pronto me dices que todos los estudiantes allí son frutas.
Todos prefieren coger arándanos porque son chiquitos.
Las bananas, dices, son los guardias.
En tus ojos veo reuniones de naranjas, y
Asambleas de manzanas.
Todos, dices, tienen brazos y piernas
Y las sandias son, a veces, tardías.
Son torpes, y son gordas.
"Como yo", dices.
Podría decirle muchas cosas, pero mejor no.
Los niños sandías, no saben abrocharse los zapatos;
se lo hacen las ciruelas.
O cómo te robo la cara...
te la robo, te la robo, y la llevaré en lugar de la mía.
Pero, sobre la mía, se gasta en seguida.
Lo hace por estirarla.
Podría decirte que morir es un arte
y que aprendo de prisa.
Creo que en esa escuela ya has
elegido tu propio lápiz
y empezado a escribir tu nombre.
Supongo que entre ahora y luego, podríamos
algún día hacer novillos y llevarte a Fruit Street
y yo aparcarla bajo la lluvia de las hojas de octubre
y miraríamos cómo una banana acompaña a la última sandía,
retrasada, a través de ese portal.

<Historias Fantásticas, Stephen King>

06 febrero 2014

Moon


Perdonad, pajaritos, a ese cuco marrón
que os empujó fuera del nido.
Es lo que su mamá les enseñó,
ella pensaba que era lo debido.


Siento no saber bailar
Siento ser una mocosa
Siento ser una abusona
Una imbécil, eso es lo que soy.


Siento haber perseguido a las palomas,
siento haber matado a ese ratón,
siento que me guste robar leche,
pero qué le voy a hacer, soy un gato... Miau, miau.


23 enero 2014

It (Eso)


El terror, que no terminaría por otros veintiocho años -si es que terminó alguna vez-, comenzó, hasta donde sé o puedo contar, con un barco de papel que flotaba a lo largo del arroyo de una calle anegada de lluvia.
El barquito cabeceó, se ladeó, volvió a enderezarse en medio de traicioneros remolinos y continuó su marcha por Witcham Street hacia el cruce de ésta y Jackson. El semáforo de la esquina estaba a oscuras y también todas las casas, en aquella tarde de otoño de 1957. Llovía sin cesar desde hacía una semana y dos días atrás habían llegado los vientos. Desde entonces, la mayor parte de Derry había quedado sin corriente eléctrica y aún seguía así.
Un chiquillo de impermeable amarillo y botas rojas seguía alegremente al barco de papel. La lluvia no había cesado, pero al fin estaba amainando. Caía sobre la capucha amarilla del impermeable y a oídos del niño sonaba como lluvia sobre el tejado de un cobertizo... un sonido reconfortante, casi acogedor.
[...]

No le gustaba siquiera abrir la puerta para encender la luz, porque temía (era algo tan estúpido que no se atrevía a contárselo a nadie) que, mientras tanteaba en busca del interruptor, una garra espantosa se posara sobre su muñeca... y lo arrebatara hacia esa oscuridad que olía a suciedad, humedad y hortalizas podridas. ¡Qué estupidez! No existían monstruos con garras peludas y llenos de furia asesina. De vez en cuando, alguien se volvía loco y mataba a mucha gente -a veces, Chet Huthley contaba cosas de ésas, en el informativo de la noche-, y también estaban los comunistas, por supuesto, pero ningún monstruo horripilante vivía en el sótano. No obstante, la idea persistía. En aquellos momentos interminables, mientras buscaba a tientas la llave de la luz con la mano derecha (el brazo izquierdo se cogía con fuerza a la jamba de la puerta), el olor a sótano parecía intensificarse hasta llenar el mundo entero. Los olores a suciedad, humedad y hortalizas podridas se mezclaban en un olor inconfundible e ineludible; el del monstruo, la apoteosis de todos los monstruos. Era el olor de algo que él no sabía nombrar; el olor de Eso agazapado al acecho y listo para saltar. Una criatura capaz de comer cualquier cosa, pero especialmente hambrienta de carne de niño. [...]


10 enero 2014

Sueña




Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarla de tus sueños y abrazarla con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial, sueña lo que quieras soñar, ve a donde quieras ir; sé lo que quieras ser; porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer. Suficiente felicidad para hacerte dulce, suficientes pruebas para hacerte fuerte, suficiente dolor para mantenerte humano y suficiente esperanza para ser feliz. Las personas felices no siempre tienen lo mejor de todo; solo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino.